Según recoge elmundo.es de The Wall Street Journal, el gobierno de Estados Unidos habría emitido una orden judicial secreta en la que obliga a varias compañias tecnológicas en la que se cuenta a Google, con el objetivo de pedir que entregue información de las cuentas de correo electrónico de los voluntarios que participan en Wikileaks dentro de los cuales estaría Jacob Applebaum, un activista de dicha organización. La orden pide que se entregue la dirección de correo de todos aquellos que han compartido correspondencia con Applebaum y sus direcciones IP.
Un caso parecido se dió con el proveedor de internet Sonic, pero que al final tuvo que ceder a la presión, según ha cofirmado su propio director.
La orden data desde el 4 de enero de este año, y al parecer Google habría cedido a dicha orden.
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